Roma, 2 feb (PL) El Palermo venció hoy 2-1 al Catania en un derby siciliano que resultó un nueva capítulo de violencia en la Liga italiana de fútbol, al morir un policía víctima de los disturbios provocados por aficionados.
Además del fallecimiento del inspector en jefe Filippo Raciti, los enfrentamientos se saldaron con 100 heridos, por lo que los directivos del Calcio decidieron suspender los restantes partidos de la vigesimosegunda fecha.
Tras un primer tiempo sin goles el árbitro Stefano Farina detuvo las acciones durante media hora en el complemento debido a los incidentes promovidos por los seguidores del Palermo, quienes pudieron entraron al estadio mucho después de iniciado el duelo.
Farina se convirtió en protagonista al validar increíblemente los dos tantos visitantes y desatar con ello la desmedida ira de la fanaticada del Catania.
Tan excelente como ilegítima fue la diana marcada a los 50 minutos por el delantero palermitano Andrea Caracciolo, al definir magistralmente, pero en clara posición de fuera de juego.
Poco después de ese tanto el silbante paró el encuentro, debido a las bengalas lanzadas por los simpatizantes de la visita luego de su ingreso a la instalación Angelo Massimino.
Cuando el partido se reanudó el mediocampista Fabio Caserta logró la igualdad con un fuerte derechazo que se incrustó en la portería de Alberto Fontana.
Parecía que ambos conjuntos saldrían de la cancha con un punto, pero en el minuto 84 el juez principal demostró estar decidido a ser la figura de la velada.
Después de un cobro de falta indirecta, el atacante David Di Michelle impactó el balón con la mano y consiguió de manera involuntaria la ventaja definitiva para su equipo, que se consolidó en la tercera posición del Calcio.
De nada valieron las protestas de los anfitriones y con el ambiente tan crispado se incrementó la encarnizada confrontación.
En medio de los encontronazos entre agentes del orden público e hinchas del Palermo ocurrió el deceso de Raciti, quien no sobrevivió al impacto en su cara de un artefacto explosivo de fabricación artesanal.
Al término del compromiso los jugadores y el cuerpo técnico de los ganadores se vieron obligados a permanecer en el vestuario por cuestiones de seguridad.
"Esto no puede seguir así. Lo que pasó esta tarde es una ofensa para el deporte y para la ciudad. Esta es una jornada nefasta", señaló el entrenador del Palermo, Francesco Guidolin.
Ante la gravedad de los hechos, la Federación Italiana de este deporte suspendió el resto de la fecha, que debía continuar el sábado y tenía como plato fuerte el cotejo entre Inter de Milán y Roma.
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